[-22] CASTELSARDO: LA FORTALEZA DEL MAR
Quien piense que Cerdeña es sólo playa está muy equivocado/a. La geografía sarda alberga, en su totalidad, un pasado cultural extraordinario fruto de su singularidad histórica que difícilmente podríamos resumir en unas líneas. Cagliari, Sassari, Nuoro, Oristano, Olbia, Iglesias, Sanluri, Lanusei y otras poblaciones menores -pero igualmente significativas,-son algunos de los lugares que a día de hoy siguen representando ese crisol cultural del que tanto os he hablado en el blog. Todos estos espacios, sin excepción, aportan <<algo>> al viajero; todos merecen la pena.
En realidad, la isla de norte a sur se hace eco de un pasado interesantísimo en el que como hemos comentado en otras ocasiones se superponen diversas ocupaciones y presencias a través de procesos que van desde la aculturación progresiva a la convivencia (sin olvidar la imposición por las armas). Vestigios de la prehistoria y del período nurágico, restos fenicio-púnicos, romanos, legados de época bizantina y de los <<giudicatu>>, herencia cultural y lingüística del pasado catalano-aragonés y español, así como rasgos del dominio saboyano, componen las piezas de un <<puzzle>> histórico de gran belleza.
Cerdeña es una isla tan viva y dinámica como su identidad. Por sus costas, sí, pero también por todos estos niveles de complejidad -lingüística, histórica, artística y cultural- que estamos viendo.
El sábado pasado tuve la oportunidad de visitar Castelardo, uno de los burgos medievales más bonitos de toda Italia.

[arriba] Welcome to Castelsardo!
Castelsardo es una población costera de unos 6.000 habitantes aproximadamente ubicada en el centro del Golfo de Asinara, área de la que ya hablé en el post dedicado a Porto Torres [día -61].
Como su propio nombre indica, tiene un <<castello>> o castillo, aunque eso no quiere decir que siempre se haya llamado así. Bueno, en parte sí, ahora veremos por qué.
Aunque se conocen asentamientos en la zona desde la Prehistoria (como el poblado amurallado de <<Monte Ossoni>>), el origen del núcleo actual se remonta al dominio de la poderosa familia Doria de Génova. A ellos debemos la fundación del primer <<Castelo>> en 1102, motivo por el cual desde el siglo XIII, y durante dos centurias, se llamó <<Castel Genovese>>. En el 1376 fue residencia de Eleonora de Arborea, esposa de Brancaleone Doria, pasando a denominarse tras la conquista catalano-aragonesa, Castel Aragonese. El último cambio de nombre se produjo bajo el gobierno de los Saboya -desde el 1769-, momento en el que adoptó la denominación definitiva que ha llegado a nosotros.

[arriba] Vistas de la fortaleza desde extramuros.
De todos los lugares que se pueden visitar, el más bonito y llamativo es el propio castillo, al cual se accede a través de callejones llamados <<carrugi>>. Como toda fortaleza medieval, acceder a ella requiere cierto esfuerzo físico ya que se encuentra en el punto más elevado, pero una vez arriba las impresionantes vistas a al puerto y la bahía hacen que el paseo merezca la pena. Además, dentro del castillo se puede visitar el Museo del <<Intreccio>> mediterráneo, dedicado al arte del trenzado y a la cestería.

[arriba] Vistas desde uno de los baluartes de la fortaleza.
Pasear por las calles que rodean el conjunto y detenerse a observar las fachadas de las casas y los pequeños detalles es todo un placer. Cuando fui había muy pocos turistas y pude disfrutar de los miradores todo el tiempo que quise. Me llamó la atención la cantidad de embarcaciones de recreo que había en el puerto.
Después de comer, visité el centro histórico y la <<Cattedrale di Sant´Antonio Abate>>, así como el Museo de la cripta y la zona Doria (el Palazzo Nicolò Doria y la <<logia comunale>>). La verdad es que me quedé con ganas de ver el interior de estos lugares...pero los encontré cerrados. Una lástima.
Debo decir que no todos los sitios que visito me parecen maravillosos pese a la imagen que proyecto en el blog pueda llevar a pensar que todo es idílico. El museo del <<Intreccio>> me decepcionó. Sin entrar mucho en detalle, las salas o áreas temáticas no estaban bien indicadas y los carteles de las vitrinas dejaban mucho que desear. Como punto bueno señalaré la presencia de voluntarios en las diferentes estancias que te ayudaban a entender la exposición permanente y los diferentes objetos hechos de fibra vegetal vinculados al transporte, la pesca, la agricultura o el pastoreo.
Las últimas horas del día transcurrieron entre tiendas, como siempre suelo hacer. El producto estrella de Castelsardo son las famosas cestas trenzadas con palmito, rafia, olivo, mirto o lentisco.
En realidad, la tradición del trenzado se extiende por toda la isla. Montresta, Ollolai, Flussio y Sennori son, junto a San Vero Milis, Sinnai y Castelsardo, los principales centros productores. Los materiales usados varían en función de su disponibilidad en la zona. En Castelsardo predominan el junco y palmito, aunque también encontramos <<cestini>> hechos con otras fibras.
Obviamente, las muestras que estaban a la venta no eran auténticas y el proceso de fabricación dista mucha del protocolo por el que antaño debió pasar el producto artesanal. Me contaron que hasta hace poco se podía ver a las señoras trabajando las fibras vegetales en las puertas de sus casas.

[arriba] Trenzado tradicional de <<cestini>>.
Obviamente, además de los lugares que he visitado, la población alberga playas y lugares con un valor ecológico incuestionable. <<Punta La Capra>>, <<Punta Li Paddimi>> o <<Lu Bagnu>> son algunos ejemplos de parajes que atraen a locales y extranjeros durante los meses más calurosos.
Castelsardo, como Alghero [día -39], era uno de los destinos de obligada visita que tenía en mi lista. Admito que lo había imaginado de otra manera (mucho más cuidado y turístico). Por momentos me sentía perdida por sus calles -y no precisamente por estar en un laberinto de <<carrugi>>- sino por la ausencia de paneles y carteles en buen estado.
Por otra parte, vengo de una ciudad en la que tenemos no uno, sino dos castillos, y estoy por suerte o por desgracia acostumbrada a ver fortalezas en altura. Cerdeña también me ha enseñado que el lugar de origen y la cantidad de experiencias viajeras previas condicionan la experiencia viajera.
Con todo, la sensación que me llevo del día en Castelsardo es muy positiva -no todos los días se ve un castillo en el borde de un precipicio-, y tengo la sensación de haber conseguido una pieza más de este <<puzzle>> sardo que poco a poco estoy construyendo y que dejaré a medio hacer...me temo.
Para redactar este post he utilizado los siguientes recursos:
https://www.sardegnaturismo.it/es/arte-de-trenzar-manos-habiles-y-secretos-seculares
VV.AA., Guía de viaje. Sardegna. Información general, Regione Autonoma della Sardegna.
[-22 ó 30 de noviembre de 2017].