[-52] FESTÍN DE MUERTOS

31.10.2017

Esta semana, en Italia, como en España, hacemos un pequeño paréntesis en el calendario laboral debido a la celebración los días 1-2 de noviembre de la Festividad de <<Todos los Santos>>. Aunque en nuestro contexto la conocemos como una fiesta con un gran arraigo en la tradición cristiana, en su faceta más amplia vemos cómo va más allá de esta normatividad religiosa incorporando, incluso, ciertos rasgos difusos o incluso oscuros de la cultura popular. De hecho, aún a día de hoy resulta difícil entenderla al margen de sus orígenes remotos, vinculada al ritmo de las cosechas o a ciertos gestos y actitudes presentes en la mentalidad colectiva.

En Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y ciertos países angloparlantes, como sabéis, este día no tiene el mismo origen, aunque responde a la idea de <<renovación>> y a la dualidad <<vida-muerte>> que, con todos los matices y claroscuros, recorre Europa desde la Antigüedad a nuestros días por un deseo común de continuidad y subsistencia. Su origen es pagano y se remonta al <<Samhain>>, la fiesta por el cual se celebraba el fin del verano. Muchos siglos después fue importada a América del Norte por los inmigrantes irlandeses.

En España, como decía, celebramos <<Todos los Santos>> desde un punto de vista cristiano y católico, remontándose, de forma muy muy didáctica y resumida, al martirio de cristianos, al establecimiento del cristianismo sobre las religiones paganas y a los intentos posteriores de los Papas Gregorio III y Gregorio IV de fortalecer su dominio ideológico y religioso. Previamente, también había existido un sustrato de cultos a tener en cuenta de época romana (y todos ellos con absorciones culturales muy diversas).

Desde el punto de vista cristiano, el <<Día de Todos los Santos>> se asentó 1 de noviembre (originalmente se hacía el 13 de mayo). Aunque en toda la geografía tiene un componente religioso evidente, según la zona toma ciertos rasgos que como decía al principio quedan al margen del discurso oficial pero que tampoco suponen una contradicción respecto a éste. De entre todas las maneras curiosas de celebrar estos días podríamos destacar <<la Güestia o bona xente>> de Asturias; el <<Cortuju de Genti Muerti>> de Extremadura; <<la estadea>> zamorana, <<la hueste de ánimas>> de León y, finalmente, la manifestación más famosa: la Santa Compaña o <<a procesión das animas>> de Galicia. Procesiones de almas y encapuchados, mujeres que auguran la muerte y otras figuras se entremezclan con la fiesta católica, convierten esta semana en uno de los momentos más intensos del año desde el punto de vista de las creencias [ver bibliografía ↓↓↓].

Por ello, la fiesta de origen pagano y la cristiana merecen ser vistas como dos ideas que pese a encontrarse en ciertos aspectos, no responden a una creencia religiosa común, aunque en determinados momentos llegaran a tocarse y el despliegue de disfraces que vemos estos días invite a la confusión. Además, a cada una de estas fiestas se le agregan, como hemos visto, rasgos locales muy particulares. 

En mi familia <<Todos los Santos>> siempre ha tenido una personalidad muy marcada. Desde pequeña mi madre y mis tíos me han inculcado respeto y cariño hacia ciertas tradiciones, incluso hacia aquellas con las que no me sentía identificada (por ejemplo, el santoral). Algo puede interesarme desde el punto de vista de su funcionamiento y ya está, sin despertarme ningún sentimiento religioso. En este sentido, el día 1 de noviembre -o el fin de semana anterior, por el carácter previsor de mi madre-, siempre ha sido el momento de visitar el cementerio. Lejos de crearme miedos o traumas, este gesto me ha hecho entender ciertas cosas de mi familia, entre ellas, la importancia de la memoria y de su transmisión. Por eso, a día de hoy sé dónde están enterrados mis antepasados. Conozco sus nombres y apellidos. Me sé sus apodos, su historia, dónde vivieron, etc. Resumiendo, pongo en valor las vidas de gente que no llegué a conocer, pero de la cual seguramente he heredado algún rasgo.

A mi parecer -y esto es sólo una impresión personal que en absoluto le pido a nadie que comparta- el día de Todos los Santos es un momento de reconciliación con el pasado (o, mejor, dicho, con esa reconstrucción ideal del pasado que hacemos cuando evocamos lo sucedido). Es un día para aceptar que hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos; de reconocer que los quisimos y que nos queremos; de procuramos el bien. Y que eso es lo más bonito de la vida, una de las cosas que <<suma>>, como apuntaría mi padre a las puertas de sus <<cuarent...cincuenta y diez>>, que diría su querido Sabina.

<<Porque al final de lo que se trata es de sumar>>. :)

Pero más allá del apego que le tengo por una cuestión familiar y sentimental, la celebración también me interesa desde el punto de vista de la sociedad en general. La antropología y la historia han dedicado ríos de tinta a este tema. Muerte, religiosidad, ritos y costumbres, han sido -y siguen siendo- algunos de los temas más trabajados por estas disciplinas y, hoy en día, los estudios sobre la muerte en varias sociedades del planeta siguen estando de moda no sólo a nivel académico, también en cualquier otro plano imaginable de la creación cultural. Libros, películas, obras de teatro, documentales y un largo etcétera dan cuenta de ese interés. ¿Quién no conoce a estas alturas la calavera o la <<Santa Muerte>> mexicana? 

En Italia, y, en particular, en Cerdeña, el día de <<Ognissanti>> -también conocido como <<Tutti i Santi>>- es, junto al <<Giorno dei Morto>> un momento señalado en el calendario y, como en tantos países, también tiene un carácter familiar y religioso. En estas fechas se consumen dulces típicos (cada región tiene los suyos) y se visitan los cementerios, donde los crisantemos son los grandes protagonistas. Donde yo vivo, estos días se encargan una especie de pastas de forma romboidal o alargada llamadas <<papassini>> o <<pabassinos>>. La palabra procede del dialecto <<papassa>>, que significa <<uva pasa>>, el ingrediente estrella de estas delicias que se hace a base de nueces, almendras dulces, levadura, azúcar y anís.

[arriba] Algunos <<papassini>> que fotografié ayer. Los chicos de <<Agora>>, el sitio donde suelo ir a comer, me invitaron a probarlos. Estos son sin gluten, así que los pude comer sin miedo. Fue una bonita sorpresa...están increíbles :)

Además, como sucede en los países anglosajones, los niños piden golosinas y los adultos les dan fruta seca y más <<papassini>>. Eso sí, me han pedido que insista en que esto no tiene que ver con <<Halloween>>. Nada más internacional que celebrar algo regalando comida o, directamente, comiendo. ;)

Por otra parte, en ciertas regiones de la isla donde la cultura popular está menos contaminada por influencias externas, se sigue celebrando una especie de festín ritual dedicado a los difuntos. La noche entre el 1-2 de noviembre, se prepara una cena copiosa a base de vino, castañas, dulces y productos del tiempo destinada a los seres queridos que ya no están. Se supone que durante el intervalo de tiempo que dura la noche los muertos ocupan su lugar en la mesa y comen. Como dato curioso, me han contado que es de mal augurio tocar u observar la mesa durante estas horas (toda la historia me ha parecido bastante inquietante). Por la mañana se celebra la tradicional misa de los fieles difuntos.

[arriba] Mientras me contaban esto me venía en mente la escena de la película hispano-mexicana de Guillermo del Toro, <<El laberinto del Fauno>>, en la que la protagonista, Ofelia, desobedece la advertencia, come los manjares y...no revelo nada. 

Pero, como anunciaba al principio, esta fecha cada año pierde más su valor cristiano y todas las particularidades locales que la convierten en un elemento más de la identidad sarda. Cada vez es más fácil ver por la calle a niños y adolescentes disfrazados al estilo americano. Por <<Via Napoli>> me he cruzado a varios grupos de jóvenes vestidos de fantasmas, <<zombies>> o brujas. Además, muchas tiendas adornan sus escaparates con la típica calabaza (<<zucca>>) o con telarañas y guiños evidentes a <<Halloween>>.

Desde que empecé este blog me he ido dando cuenta de la cantidad de cosas que aquí, allí o donde sea se están perdiendo. A su vez, me he ido haciendo más crítica con la situación que veo. Supongo que no hay un único motivo por el cual un determinado pueblo pierde su identidad, y me parece demasiado simple echar la culpa a la globalización cuando detrás de esa disolución de la personalidad hay tanta desidia. Ciertos sentimientos colectivos también pueden considerarse formas de irresponsabilidad.

Por otro lado, <<tradición>>, <<costumbre>> o <<conveniencia>> son palabras que solemos utilizar indistintamente para señalar una misma idea cuando en realidad no quieren decir lo mismo. Las dos primeras buscan la invariabilidad y, ante esto, se vuelven poco previsoras y resistentes a los cambios. Tanto en España como en Italia, la tradición ha sido incapaz de asumir una continuidad en las nuevas generaciones mientras que en paralelo se han colado nuevas <<tradiciones inventadas>> con referencias a ese pasado, que no es el propio pero que responde a un modo de vida que puede asimilarlo mejor (o que necesita justificarse a través de él) [ver bibliografía ↓↓↓].

Con esto, quiero decir que la contradicción <<Ognissanti>> VS <<Halloween>> no sólo viene dada por la existencia de la fiesta foránea en sí. No es una cuestión tan abstracta. El problema, y, a la vez, el mérito de toda esta mirada despreciativa, es nuestro. Problema porque erradica una herencia; mérito porque crea una cosa totalmente diferente acorde con la naturaleza y el ritmo (frenético) de nuestra sociedad.

Vivimos en un mundo que tiene prisa por matar lo viejo sin haber pensado antes en lo nuevo.

Para ir cerrando el post, la figura del <<zombie>> nació como una metáfora crítica hacia la cultura de masas, como una sátira hacia la pérdida de personalidad del prototipo de ciudadano seducido por bienestar y el consumo. Mucho antes se había hablado del muerto viviente, sin embargo, no es hasta el siglo XX que esta figura surge con toda la brutalidad y el impacto visual que ha llegado hasta nuestros días; y no por casualidad. Justo en estos momentos estamos viendo como esa idea se vuelve cada vez más y más real. Con o sin disfraz, con <<Halloween>> o sin <<Halloween>>, nos estamos volviendo un poco desmemoriados...un poco <<zombies>>.

[-52 ó 31 de octubre de 2017].

Para redactar este post he contado con la paciencia infinita de Francesco, mi compañero de piso, sardo de pura cepa. 

Agradezco también al personal de <<Agora>> la oportunidad de fotografiar y probar los <<pabassini gluten free>>.

Por último, he consultado:

https://losojosdehipatia.com.es/

HOBSBAWN, E. y RANGER, T., La invención de la tradición, Crítica, Barcelona, 1983.

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